Rafael Jesús González




Magos/Magi

Pensar que yo, Baltasar de Caldea,
	tenedor de las cosas sacras,
	dejé los observatorios,
	cargado de incienso,
	para llegar allí.
Aun hasta al punto de encuentro fue largo;
para Melchor de Nubia cargado de oro,
para Gaspar de Tarso cargado de mirra,
fue aun más largo.
	Y de allí a Judea
y el lucero condujo más allá —
		a la morada de animales,
		lugar natal del infante mendigo.
Si era dios,
	como todo dios,
		ha de haber llegado a mal fin.
¿Qué significaban los agüeros?
	Tal vez sería el viaje mismo,
		oír de los leones de Nubia,
		de los ríos de Tarso;
y sobre todo,
	sí, tal vez sobre todo,
		el ofrendar.


To think that I, Balthazar of Chaldea,
	keeper of the sacred things,
	left the observatories,
	laden with frankincense,
	to come there.
Even to the point of meeting it was long;
for Melchior of Nubia laden with gold,
for Gaspar of Tarshish laden with myrrh,
it was longer.
	And from there to Judea
	and the star led on —
		to the abode of animals,
		birthplace of the infant beggar.
If he was a god,
	like all gods,
		he must have come to a bad end.
What meant the auguries?
	Perhaps it was the trip itself,
		to hear of the lions of Nubia,
		of the rivers of Tarshish;
and above all,
	yes, perhaps above all,
		the gifting.