Rafael Jesús González




La Consagración del Café/The Consecration Of Coffee

al monseñor Oscar A. Romero


Un día de dios
en mi patio tomando café
nada es normal —
	ni el alcatraz
	con su pene dorado
	ni el iris
	como lava morada
	que derrama un volcán.
Encuentro en el fondo de la taza
casullas bordadas
de mariposas negras
y guindas manchas —
	el sol dispara
	centellas de balas plateadas
	y de cirios ahogados —
		hay sangre en su brillar.
Pongo la burda taza en su platillo
con un tierno cuidado
como si fuera cáliz
y digo la letanía:
		Guatemala
		Nicaragua
		El Salvador.
Y un lado del corazón
me sabe blanco y dulce
como la caña
	y el otro,
		como el café,
			negro y amargo.



to Archbishop Oscar A. Romero

One day of god
drinking coffee in my patio
nothing is normal —
	not the calla
	with its penis of gold
	nor the iris
	like purple lava
	a volcano spills.
I find in the depths of the cup
chasubles embroidered
with black moths
& red stains —
	the sun fires
	a scintillation of silver bullets
	& of candles drowned —
		there is blood in its shine.
I place the cup on its saucer
with a most tender care
as if it were a chalice
& say the litany:
		Guatemala
		Nicaragua
		El Salvador
& one side of my heart
tastes white & sweet
like cane sugar
	& the other,
		like coffee,
			bitter & black.